Noticias de la UNDAV
foto acto

Violencia mediática y discursos de odio

El pasado jueves 15 de septiembre en el aula “Héroes de Malvinas” de la Sede España, se realizó el encuentro “Algo tenemos que hacer”, a cargo de Andrea Varela (Vicepresidenta del Área Institucional de la Universidad Nacional de La Plata), Gustavo Naón (Presidente del Consejo de Decanos y Decanas de Ciencias Sociales), Cynthia Ottaviano (Directora de Radio y Televisión Argentina) y Diego de Charras (Presidente de la Red de Carreras de Comunicación de la Argentina). El objetivo de esta reunión fue reflexionar sobre la práctica y el rol del periodismo en la difusión de los discursos de odio y violencia mediática que constantemente se emiten en los medios de comunicación. 

La primera en agarrar la posta fue Andrea Varela, la cual destacó que los llamados “discursos de odio” no solo buscan marcar, estigmatizar, perseguir y excluir, sino que también intentan crear un correlato sobre una táctica social. Sumado a ello, explicó que dichas prácticas son un estilo de persecución de quienes son la cara de un proyecto, ejemplificando con la figura de la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y haciendo referencia al intento de magnicidio hacia su persona el 2 de septiembre de este año.

También estableció que se entiende como una plática con escala pública que busca discriminar y deshumanizar, dejando atrás todo proceso de ciudadanía alguna. Además, sostuvo que es una violencia dirigida hacia una persona o grupo en función de pertenecer a un género, religión, etnia o cualquier cosa que lo o la diferencie de algo o alguien. 

Si de ejemplos de antipatía de los medios hablamos, Varela recordó la reciente toma del Capitolio en Estados Unidos tras las últimas elecciones, la recanalización de los grupos de derecha europea y las múltiples manifestaciones de violencia en Brasil con Bolsonaro. Estas son algunas de las tantas razones de cómo los medios de comunicación editan un tipo de realidad social a través de los hechos que construyen.

Algo que cabe recalcar entre los dichos de Varela, es que afirmó que la presencia de mensajes negativos se debe a un grupo que no se encuentra representado con la realidad. Por ello, el Estado, que gestiona la comunicación pública, debe ser el encargado de regular que no haya odio que predomine en el medio.

Bajo la consigna “Algo tenemos que hacer”, la Vicepresidenta del Área institucional de la Universidad Nacional de La Plata, expuso que el actual sistema de medios está conformado bajo las normas de la última dictadura cívico militar. Un orden que justificó la censura, el ocultamiento, la tortura y promovía los medios concentrados. Dato no menor, todavía hay decretos vigentes de esa época que siguen permitiendo la rudeza sin filtro que se expresa en los medios.

Asimismo, manifestó la presencia de muchos desafíos e interrogantes para una comunicación democrática, ya que, poder darle un rasgo constitucional a la comunicación social es el mayor desafío. La inclusión de la comunicación como un derecho humano y social, aislada de monopolios (para que la concentración de la comunicación no se disocia de la concentración de la riqueza), poder trabajar con una comunicación popular y comunitaria, es el principal reto a cumplir.

En el final, Varela enfatizó en que estos espacios son imprescindibles e importantes para la articulación en las carreras de comunicación en este tiempo y momento histórico. También, remarcó que se necesita hacer periodismo y comunicación como un acto profundamente político, ya que sirve como herramienta emancipadora para nuestros pueblos y como símbolo de la resistencia a la resignación.

Por último, recalcó que el rol de las y los periodistas está para militar la verdad y que se necesita de su compromiso y verdad, para una justa distribución de las comunicaciones en nuestro país.

Gustavo Naón fue el segundo en tomar la palabra, y desarrolló que la democratización en la comunicación y pluralidad son reclamos vigentes en la disputa de sentidos, una disputa de poder que se crea y construye en la mente de las personas. Asimismo, aseguró que el poder determina quién es bueno, malo, a quién querer u odiar. Definió “Discurso al odio” como un discurso social que fomenta odio y discriminación y que puede provocar prácticas agresivas en la sociedad. La predicación de odio refleja a la comunicación, son el fracaso del ser humano, el otro es un enemigo a destruir, a matar.

Naón compartió que en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), hace más de una década, sus carreras de comunicación practican activamente en el proyecto basado en la disputa de la democratización de la comunicación y su problematización, puesto que la bandera por la democratización es la prioridad debido a que forma parte de entidades académicas públicas y poseen la responsabilidad de fomentar el pensamiento crítico, la curiosidad, creatividad y debate. Tiene el desafío de fundar una sociedad más justa, inclusiva y con menos odio.

La siguiente en exponer fue Cynthia Ottaviano, la cual exigió una Ley de Medios urgente, ya que si eso no ocurre, los acontecimientos, según su mirada, serán negativos debido a que vivimos en una sociedad mediatizada. Declaró que las lógicas de producción audiovisual son mercantilistas, clasistas, machistas, étnicas y estéticas. Pero, igualmente, desarrolló la interrogante sobre qué democracia hay con estas lógicas de producción en los medios de comunicación. 

Ottaviano afirmó que no se debe promover el trato discriminatorio según la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, tanto en radio como televisión. Sin embargo, actualmente se deben de seguir tomando medidas y decisiones para profundizar la democracia, porque continúa habiendo responsabilidad en las agendas y los enfoques. Se tiene que plantear y replantear de forma permanente que significa una comunicación emancipadora para no quedar en el tiempo. Según la directora, la única garantía de profundizar la democracia es hoy tomar las medidas necesarias. No es solamente nunca más al terrorismo de estado, sino también nunca más al silencio y al odio.

Por último, Diego De Charras opinó que la democracia argentina está en riesgo y que la forma de hacer política también lo está. Señaló que el centro de la preocupación tiene que ver con el pacto democrático, que es el que permite hacer política en democracia en la Argentina. El y la periodista es un sujeto social permeado por una gran presencia de clase dominante, donde las empresas periodísticas dominantes reproducen y desarrollan la tarea de buscar a los y las profesionales con sus mismas ideologías. Por ello, la acción de los medios o periodistas como actores políticos es algo que hay que analizar. 

El debate central es sobre la violencia política, ya que tiene que ver con el deterioro del foro público. Según De Charras, estamos en un contexto que nos permite evaporar la responsabilidad de los discursos. El problema es cuando la discusión pública se hace de forma anónima porque no hay responsabilidades, generando así un deterioro de la discusión, creando violencia pública como resultado.

Simultáneamente, cree que la antipolítica es la antesala del autoritarismo y el fascismo. Sumado a que desde la vuelta de la democracia, debemos atender a un pacto que decae en nuestro rol de comunicadores porque tenemos responsabilidades de escucha, en la formación, conceptos y modos de debatir la violencia política, ética y demás. El docente de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora insistió en que no hay fórmulas mágicas pero sí hay que poner arriba de la mesa la democracia en todo su conjunto para poder reducir las violencias mediáticas y los discursos de odio.

* Nota realizada por Belén Salvatore, estudiante del CCC de la Licenciatura en Periodismo, quien lleva a cabo su práctica preprofesional en la Dirección de Prensa y Comunicación Institucional de la UNDAV.

Publicada el 21/9/2022.